lunes, 6 de octubre de 2014

VIAJE A KOLMENAR



Finalmente he sacado algo de tiempo para probar la Bucaneer Gosth Rider en un trayecto largo y relativamente exigente, Madrid – Colmenar Viejo.

Sábado por la mañana es un momento extraordinario para probar cómo se comporta esta bicicleta y hacer algunas comparaciones que pueden resultar reveladoras.
Para poder tener referencias, subí al transporte público en Colmenar Viejo punto de llegada de la prueba, para comprobar algunas cosas: 3,60€ el trayecto (sin abono, con abono sale un euro más barato aprox) hasta la parada frente al “Piramidón”,el autobús invierte en este trayecto 30 minutos. Luego en el “tren de San Fernando” quince minutos hasta la oficina de Citicleta hacen un total de 45 minutos para llegar a nuestro punto de arranque.

Esta vez tengo más tiempo, de manera que a diferencia del paseo por Madrid en la pasada bici crítica, me entretengo en levantar el manillar por encima de la altura de la cadera, y comprobar que la batería no está al 100%, falta la primera rayita del testigo del cuadro. Compruebo que el cargador está en orden y que efectivamente carga si lo conecto.

El cargador es realmente liviano, no pesa prácticamente nada, lo cargo en una pequeña mochila que he traído, pero la Gosth Rider dispone de una pequeña maleta colgando del sillín que puede albergarla sin problema. En este caso decido usar mi mochila porque llevo bastantes más cosas.

Arranca la prueba un día de otoño que aún quiere mantener el verano. El cuadro me marca 26.3 Km recorridos (es el recorrido que hicimos en la bici crítica), 26ºC de temperatura y cero viento…

La salida es en la oficina de Citicleta que nos ha prestado el ejemplar de prueba que ya conocemos y arrancamos desde el Barrio del Pilar hacia Mirasierra, pasamos la carretera y enfilamos al carril bici al lado de la ermita de Fuencarral, ya en la carretera de Colmenar.

Desde el principio he usado el motor para sortear las cuestas largas y tendidas que hay en el trayecto y sobre todo en las pasarelas, donde más de uno, con bicicletas más livianas, pone pie en tierra para subir y cruzar la carretera.

Las mismas sensaciones que la vez anterior, rutea muy bien y le gusta el piso plano, por lo que me recuerda mandar un mensaje encarecido a las autoridades que corresponda que el inicio del carril bici en esta ruta deberían arreglarlo un poco. En terreno irregular la bicicleta se comporta como un potro y aunque la suspensión delantera intenta hacer su trabajo, hay límites que no se deben traspasar y en este caso los baches, rugosidades y algún que otro agujero hacen que tengas que poner máxima atención para no caer y romper tu anatomía.

Finalmente, frente al colegio de San Fernando el piso se vuelve más uniforme y la marcha puede aumentar, enfilamos el repecho con el motor en PAS 3 y llegamos a la Universidad Autónoma, en 20 minutos, llamada para reflexión….

30 Minutos, y estamos en el Goloso y aquí tengo que reconocer que en la pequeña cuesta abajo hasta la pasarela es uno de los mejores momentos de disfrute con esta bicicleta. La velocidad aumenta hasta los 43km/h y el aplomo de esta pequeña bicicleta es tremendo. Sus enormes ruedas y su neutra parte ciclo hacen que se circule con una comodidad y seguridad muy placenteras que hace que te olvides que es una bicicleta y te entran ganas de girar el puño derecho para ir más deprisa.

Tres Cantos está a tiro de piedra y después de alguna otra bajada sin ningún miramiento (es que deprisa va muy bien!) comienza la parte “dura” para esta bicicleta. Recordar que estamos sobre una bicicleta que pesa casi 30Kg y solo dispone de 7 velocidades, de manera que cuando la pista comienza a alternar falso llano con cuesta
arriba declarada es cuando caes en la cuenta de que ya son 20Km los recorridos en la última hora y que aún quedan otros 10 de repecho en repecho.

¿Quién dijo miedo?... enfilo las primeras cuestas y entre PAS 3 y 4 voy haciendo camino a ritmo, pero en esta bicicleta es distinto, con una mano en el manillar, con la otra el teléfono whatsappeando con la gente de Citicleta, con las gafas de cerca y con ropa de calle…y todo el camino es cuesta arriba, bastante distinto al “ecosistema” que habitualmente puebla este carril bici.

La Gosth Rider empuja con energía y solo en los repechos más duros es donde le cuesta alcanzar su velocidad máxima (25km/h) pero sube sin titubeos y permite una velocidad de marcha apreciable (siempre por encima de los 16km/h).

Final del trayecto, estamos en Colmenar Viejo, después de un largo paseo en bicicleta. Las sensaciones son muy similares a las del anterior paseo, no existe fatiga alguna y el confort de marcha es alto, es el momento de recapitular y ver las conclusiones.

Los datos objetivos de la prueba son la distancia, 31,4Km recorridos, el tiempo invertido, 1Hora y 30 minutos, velocidad promedio de 20,9Km/h.

Es un trayecto suficientemente largo como para probar las capacidades de esta bicicleta, y comprobar que ese promedio es alto para un paseo dominical.

Y hacemos las comparaciones. La primera es que el trayecto de Colmenar a Madrid he invertido 45 minutos (y 3,60€) en el autobús y el de vuelta 1 h y 30 minutos en la bicicleta (60% cuesta arriba), en un sábado que no hay tráfico, lógicamente no he incluido los tiempos de espera en la parada, si fuese así sería aún menos la diferencia. Si aumenta el tráfico, como pasa a diario, lógicamente el transporte público debería perder enteros rápidamente, por lo que este medio de transporte se convierte en una alternativa real para trayectos fijos diarios.

En este sentido me ha llamado poderosamente la atención los 20 minutos que se tarda en llegar a la Universidad Autónoma y otros 25 minutos para llegar a Tres Cantos. Cualquier día entre semana es muy probable que en coche particular o transporte público (excepto el tren) se pueda llegar antes en bicicleta debido a la alta densidad de tráfico que soporta esta vía en concreto, pero que lógicamente se pueda extrapolar a muchas otras vías de entrada y salida de la capital, y a diferencia del transporte público, podemos salir  sin esperas en el momento que deseemos.

La autonomía de esta bicicleta en eléctrico es de entre 40 y 50 Km, pero he terminado algo por encima, el recorrido completo son 57,7 (ver foto) y aún queda la última rayita del testigo de carga de batería, y en ningún momento ha habido titubeos o caída del rendimiento del motor.

Evidentemente en la parte llana y cuesta abajo el motor no empuja y el pedaleo es fácil, y aquí es donde está una de las grandes virtudes de esta bicicleta (a parte de su estética) y es que es fácil de llevar a ritmos de paseo y no requiere trabajo mantener velocidades de 18 – 20Km/h sin asistencia eléctrica, y cuesta abajo es realmente divertida por su posición de conducción y su estabilidad en curva.

Es notable la información que da el visor en cuanto a los parámetros de trabajo de la parte eléctrica, dispone de un medidor de consumo del motor y vemos cuánta energía va consumiendo de forma instantánea, lo que nos sirve para ver que parte de gasto está realizando y por tanto la “dureza” de la cuesta, distancia recorrida, nivel de carga de la batería, temperatura ambiente, etc….

Queda bajar y hacer más promedios, pero eso lo dejo para la segunda parte!

OSKAR MKZG

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