Finalmente he sacado algo de tiempo para probar la Bucaneer
Gosth Rider en un trayecto largo y relativamente exigente, Madrid – Colmenar
Viejo.
Sábado por la mañana es un momento extraordinario para
probar cómo se comporta esta bicicleta y hacer algunas comparaciones que pueden
resultar reveladoras.
Para poder tener referencias, subí al transporte público en
Colmenar Viejo punto de llegada de la prueba, para comprobar algunas cosas:
3,60€ el trayecto (sin abono, con abono sale un euro más barato aprox) hasta la
parada frente al “Piramidón”,el autobús invierte en este trayecto 30 minutos.
Luego en el “tren de San Fernando” quince minutos hasta la oficina de Citicleta
hacen un total de 45 minutos para llegar a nuestro punto de arranque.
Esta vez tengo más tiempo, de manera que a diferencia del
paseo por Madrid en la pasada bici crítica, me entretengo en levantar el
manillar por encima de la altura de la cadera, y comprobar que la batería no
está al 100%, falta la primera rayita del testigo del cuadro. Compruebo que el
cargador está en orden y que efectivamente carga si lo conecto.
El cargador es realmente liviano, no pesa prácticamente nada, lo cargo en una pequeña mochila que he traído, pero la Gosth Rider dispone de una pequeña maleta colgando del sillín que puede albergarla sin problema. En este caso decido usar mi mochila porque llevo bastantes más cosas.
Arranca la prueba un día de otoño que aún quiere mantener el
verano. El cuadro me marca 26.3 Km recorridos (es el recorrido que hicimos en
la bici crítica), 26ºC de temperatura y cero viento…
La salida es en la oficina de Citicleta que nos ha prestado
el ejemplar de prueba que ya conocemos y arrancamos desde el Barrio del Pilar
hacia Mirasierra, pasamos la carretera y enfilamos al carril bici al lado de la
ermita de Fuencarral, ya en la carretera de Colmenar.
Desde el principio he usado el motor para sortear las
cuestas largas y tendidas que hay en el trayecto y sobre todo en las pasarelas,
donde más de uno, con bicicletas más livianas, pone pie en tierra para subir y
cruzar la carretera.
Las mismas sensaciones que la vez anterior, rutea muy bien y
le gusta el piso plano, por lo que me recuerda mandar un mensaje encarecido a
las autoridades que corresponda que el inicio del carril bici en esta ruta
deberían arreglarlo un poco. En terreno irregular la bicicleta se comporta como
un potro y aunque la suspensión delantera intenta hacer su trabajo, hay límites
que no se deben traspasar y en este caso los baches, rugosidades y algún que
otro agujero hacen que tengas que poner máxima atención para no caer y romper
tu anatomía.
Finalmente, frente al colegio de San Fernando el piso se
vuelve más uniforme y la marcha puede aumentar, enfilamos el repecho con el
motor en PAS 3 y llegamos a la Universidad Autónoma, en 20 minutos, llamada
para reflexión….
30 Minutos, y estamos en el Goloso y aquí tengo que
reconocer que en la pequeña cuesta abajo hasta la pasarela es uno de los
mejores momentos de disfrute con esta bicicleta. La velocidad aumenta hasta los
43km/h y el aplomo de esta pequeña bicicleta es tremendo. Sus enormes ruedas y
su neutra parte ciclo hacen que se circule con una comodidad y seguridad muy
placenteras que hace que te olvides que es una bicicleta y te entran ganas de
girar el puño derecho para ir más deprisa.
Tres Cantos está a tiro de piedra y después de alguna otra
bajada sin ningún miramiento (es que deprisa va muy bien!) comienza la parte
“dura” para esta bicicleta. Recordar que estamos sobre una bicicleta que pesa
casi 30Kg y solo dispone de 7 velocidades, de manera que cuando la pista
comienza a alternar falso llano con cuesta
arriba declarada es cuando caes en
la cuenta de que ya son 20Km los recorridos en la última hora y que aún quedan
otros 10 de repecho en repecho.
¿Quién dijo miedo?... enfilo las primeras cuestas y entre
PAS 3 y 4 voy haciendo camino a ritmo, pero en esta bicicleta es distinto, con
una mano en el manillar, con la otra el teléfono whatsappeando con la gente de
Citicleta, con las gafas de cerca y con ropa de calle…y todo el camino es
cuesta arriba, bastante distinto al “ecosistema” que habitualmente puebla este
carril bici.
La Gosth Rider empuja con energía y solo en los repechos más
duros es donde le cuesta alcanzar su velocidad máxima (25km/h) pero sube sin
titubeos y permite una velocidad de marcha apreciable (siempre por encima de
los 16km/h).
Final del trayecto, estamos en Colmenar Viejo, después de un
largo paseo en bicicleta. Las sensaciones son muy similares a las del anterior
paseo, no existe fatiga alguna y el confort de marcha es alto, es el momento de
recapitular y ver las conclusiones.
Los datos objetivos de la prueba son la distancia, 31,4Km
recorridos, el tiempo invertido, 1Hora y 30 minutos, velocidad promedio de
20,9Km/h.
Es un trayecto suficientemente largo como para probar las
capacidades de esta bicicleta, y comprobar que ese promedio es alto para un
paseo dominical.
Y hacemos las comparaciones. La primera es que el trayecto
de Colmenar a Madrid he invertido 45 minutos (y 3,60€) en el autobús y el de
vuelta 1 h y 30 minutos en la bicicleta (60% cuesta arriba), en un sábado que
no hay tráfico, lógicamente no he incluido los tiempos de espera en la parada,
si fuese así sería aún menos la diferencia. Si aumenta el tráfico, como pasa a
diario, lógicamente el transporte público debería perder enteros rápidamente,
por lo que este medio de transporte se convierte en una alternativa real para
trayectos fijos diarios.
En este sentido me ha llamado poderosamente la atención los 20
minutos que se tarda en llegar a la Universidad Autónoma y otros 25 minutos
para llegar a Tres Cantos. Cualquier día entre semana es muy probable que en
coche particular o transporte público (excepto el tren) se pueda llegar antes
en bicicleta debido a la alta densidad de tráfico que soporta esta vía en
concreto, pero que lógicamente se pueda extrapolar a muchas otras vías de
entrada y salida de la capital, y a diferencia del transporte público, podemos
salir sin esperas en el momento que deseemos.
La autonomía de esta bicicleta en eléctrico es de entre 40 y
50 Km, pero he terminado algo por encima, el recorrido completo son 57,7 (ver
foto) y aún queda la última rayita del testigo de carga de batería, y en ningún
momento ha habido titubeos o caída del rendimiento del motor.
Evidentemente en la parte llana y cuesta abajo el motor no
empuja y el pedaleo es fácil, y aquí es donde está una de las grandes virtudes
de esta bicicleta (a parte de su estética) y es que es fácil de llevar a ritmos
de paseo y no requiere trabajo mantener velocidades de 18 – 20Km/h sin
asistencia eléctrica, y cuesta abajo es realmente divertida por su posición de
conducción y su estabilidad en curva.
Es notable la información que da el visor en cuanto a los
parámetros de trabajo de la parte eléctrica, dispone de un medidor de consumo
del motor y vemos cuánta energía va consumiendo de forma instantánea, lo que
nos sirve para ver que parte de gasto está realizando y por tanto la “dureza”
de la cuesta, distancia recorrida, nivel de carga de la batería, temperatura
ambiente, etc….
Queda bajar y hacer más promedios, pero eso lo dejo para la
segunda parte!
OSKAR MKZG
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